El flamenquín cordobés es uno de los platos más emblemáticos y reconocidos de la gastronomía andaluza, especialmente en Córdoba. Su presencia es habitual en las cartas de tabernas y restaurantes de la ciudad, convirtiéndose en un imprescindible para quienes desean degustar recetas tradicionales cordobesas
Historia y teorías sobre su origen
El origen del flamenquín cordobés está rodeado de cierta controversia y diversas teorías. La versión más aceptada lo sitúa en la localidad de Bujalance (Córdoba), donde los primeros cristianos que habitaron la zona combinaron la costumbre romana de consumir cerdo con la técnica de fritura heredada de los musulmanes, añadiendo el rebozado como toque final.
Sin embargo, otras fuentes apuntan a que su invención tuvo lugar en Andújar (Jaén), donde el restaurante Madrid-Sevilla popularizó el plato en 1939, antes de que la receta se trasladara a Bujalance y posteriormente a Córdoba capital.
A pesar de estas diferencias, lo cierto es que el flamenquín ha quedado firmemente vinculado a Córdoba, consolidándose como símbolo de su cocina y cultura popular.
¿Por qué se llama flamenquín?
Existen varias teorías sobre el origen del nombre «flamenquín»:
- Por su aspecto «tieso y aflamencado», evocando la postura orgullosa del arte flamenco.
- Por el color dorado tras la fritura, similar al uniforme rubio de los soldados flamencos que acompañaron a Carlos I.
- Por su forma alargada, parecida a las patas de los flamencos, aves típicas de la Vega del Guadalquivir.
- Otras versiones más anecdóticas mencionan el primer cerdo sacrificado llamado «Flamenco» o la influencia de técnicas culinarias árabes y mozárabes.
Características que destacan de este plato
El flamenquín cordobés destaca por su sencillez y sabor. Se compone principalmente de lomo de cerdo y jamón serrano, ingredientes que aportan proteínas de calidad y un sabor intenso. El empanado y la fritura en aceite de oliva virgen extra le confieren una textura crujiente y un color dorado muy característico.
Además de su valor nutricional, el flamenquín es un plato versátil, ideal para compartir en reuniones familiares y celebraciones, lo que refuerza su papel como símbolo de la cultura gastronómica cordobesa.
Receta original del flamenquín cordobés
A continuación, te mostramos la receta de flamenquín cordobés original, siguiendo la tradición de las tabernas de Córdoba.
Ingredientes
- Filetes de lomo de cerdo (finos y alargados).
- Jamón serrano (una loncha gruesa, aprox. 1 cm, cortada en tiras).
- Huevos.
- Pan rallado.
- Sal.
- Aceite de oliva virgen extra (para freír).
Elaboración paso a paso
- Preparar el lomo: Aplastar los filetes de lomo de cerdo con una maza hasta que queden finos y manejables.
- Rellenar: Coloca tiras de jamón serrano a lo largo de cada filete.
- Enrollar: Sazona al gusto y enrolla los filetes apretando bien para que mantengan la forma.
- Empanar: Pasa cada rollo primero por huevo batido y después por pan rallado. Para un rebozado más crujiente, puedes repetir el proceso tras unos minutos.
- Freír: Fríe los flamenquines en abundante aceite de oliva caliente hasta que estén dorados y crujientes por fuera.
- Presentación: El tamaño tradicional oscila entre 20 y 30 cm, aunque hay versiones de hasta 50 cm o en formato de bolitas para un solo bocado. Se suele cortar en diagonal para apreciar el contraste entre el rebozado y el relleno de jamón.
Acompañamientos típicos
El flamenquín cordobés se sirve habitualmente con patatas fritas y mayonesa al gusto. También es común acompañarlo de ensalada o tomate, procurando que la lechuga esté bien escurrida para no humedecer el empanado.
Hoy en día, el flamenquín cordobés sigue siendo uno de los platos más demandados tanto por locales como por visitantes. Su popularidad ha dado lugar a múltiples variantes, como el flamenquín de pollo o versiones mini, pero el auténtico sigue siendo el de lomo de cerdo y jamón serrano, frito en aceite de oliva.
Si quieres disfrutar de la receta de flamenquín cordobés original y otros platos típicos de la cocina andaluza, te invitamos a visitar la Taberna Las Beatillas, una de las tabernas más antiguas de Córdoba, donde el sabor tradicional y el ambiente andaluz están presentes en cada rincón.